UNA IMAGEN EN MOVIMIENTO

El distintivo de la Secretaría de Estado de Cultura (denominado Logotipo alfabético) está constituido principalmente con la letra “C” inicial de la palabra Cultura. Con un trazo gráfico pictórico de rasgos sueltos, éste ícono emula una pincelada libre y creativa, transmitiéndole el movimiento que una institución de estas características necesita exponer.

Posibilita jugar manifestando diferentes retóricas gráficas, desde las más orgánicas hasta las más estilizadas, facilitando traducir una emoción, reforzar una lectura o simplemente representar un concepto.

Su color no está librado al azar. El naranja es un color acogedor, estimulante, cálido. De naturaleza enérgica, positiva y sugerente. Está formado por el rojo y el amarillo, una especie de combinación de fuerzas vivas que se fusionan para afianzar su pregnancia.

Unas de las acepciones que presenta esta imagen es la de “identificar”, distinguir de los demás o sea, una asignación elemental que individualiza al organismo.

La fórmula aquí planteada se denomina “de identificación primaria” esto es, que logotipo (texto unificado) mas símbolo (imagen gráfica) pueden ser conjugadas o actuar de modo separado, independizarse (desmembrarse) para cumplir con distintos tipos de funciones identificatorias.


1- Isologotipo de la Subsecretaría de Cultura de Catamarca, Gestión Rivas Russo (2004). 2- Isologotipo para membretería en general, Gestión Toledo (2007). 3- Isologotipo edición especial “Arte en Acción” (G. Rivas Russo - 2005). 4- Isologotipo Gestión Acosta (2006) 5- Isologotipo remozado para la Secretaría de Estado de Cultura, Gestión Acevedo (2008). 6- Variable de isologotipo (cartelería en general. G. Acevedo -2008). 7-8-9- Variable horizontal genérica (G. Acevedo – 2008)

LA FUERZA DE LA IDENTIDAD

La imagen que proyecta un organismo a través de su arquitectura, tiene un rol decisivo ante la sociedad: ninguna otra cosa evidencia tan claramente su perfil y por ende, la visión que se tiene de ellos.

Su imagen nos dice si es grande o pequeño, conservador o innovador, exitoso o superviviente, si está al día o desactualizado, si cuenta o carece de recursos, si es líder o simplemente un seguidor de la corriente, o si se maneja con alto o bajo perfil.

Dado que la arquitectura es el hábitat de la propia institución, ésta compromete su identidad mucho más que cualquier otro mensaje dirigido exclusivamente hacia afuera, incluso por encima de la publicidad misma. Por ello, los rasgos de un lugar son automáticamente asignados a su propietario o al grupo de personas que en ella trabajen.

La arquitectura nos delata. Por ello se dice que “Tal como nos ven, así nos tratan”. Pero también debemos ver en ello una oportunidad, ya que todo esto, si está debidamente encaminado, puede ser utilizado como signo de nuestros valores y atributos positivos, o sea, como un verdadero instrumento de seducción.


VARIABLES DE PROMOCIÓN

Una imagen para ser pregnante (esto se define como la propiedad que tiene una forma de ser recordada) debe tener la cualidad de lo espontáneo, una capacidad clara para manifestarse en su expresión oral y escrita.

Es por eso que la imagen de la Secretaría de Estado de Cultura cuenta con rasgos de legibilidad, con posibilidades de lectura distante y reforzada por un color corporativo potente. Un signo detectable a primera vista por el ojo, mucho antes que la forma en si.
La velocidad de lectura que presenta esta marca, es una condición que lo diferencia en un paisaje urbano que cada vez se vuelve más exigente.
A pesar de haber transitado por correcciones estilísticas, ésta imagen se ha convertido de un tiempo a esta parte en un símbolo natural y claro con un alto respaldo de identificación, permitiéndosele incluso, jugar con variantes plásticas, mimetizando su forma para cumplir con diferencias que refuerzan su dialéctica, llegando de este modo a comunicar en distintos grados perceptivos.
A continuación se presentan algunas propuestas que hablan de esa versatilidad.